domingo, 16 de agosto de 2009

Fade in. Voy caminando por la calle con un grupo de personas. No logro reconocer a ninguna pero, al doblar una esquina, la única persona que queda cerca es Ale. Llegamos hasta un lugar en donde hay una escalera y empezamos a subirla. Ella delante de mí. Le pregunto cómo está el primo y me mira con una cara que traduzco como de ‘¿Y a vos qué cuernos te importa?’ o ‘Y vos como cuernos sabés que mi primo está enfermo?'. Aunque se hace una pausa de silencio, y ella no me pregunta nada, le digo ‘me contó tu mamá’. Ale termina de subir la escalera, abre una puerta y desaparece. La puerta queda abierta. Yo miro hacia el interior del lugar mientras termino de subir pero me tropiezo con una maceta y me caigo. Aparentemente, la escalera por la que habíamos ido subiendo se había ido deshaciendo a nuestro andar y, por esta razón, quedo colgada de uno de los escalones. Me aferro con los dos brazos y el resto del cuerpo queda balanceándose en el aire. Grito el nombre de Ale y ella saca medio cuerpo por la puerta y me mira. Le pregunto si me puede ayudar. Me vuelve a mirar y, sin decir nada, vuelve a desaparecer. Cada vez tengo menos fuerzas. Evalúo la posibilidad de tratar de trepar la escalera pero, finalmente, decido dejarme caer. Miro mis manos arañando el cemento del escalón y me suelto. Fade Out.